"La tecnología no es buena ni mala. Ni tampoco neutral." - Melvin Kranzberg
Realmente Kranzberg, uno de los mayores expertos en la materia, estaba en lo cierto. La historia nos ha demostrado que tenía razón. La nueva falacia, fruto del departamento de Marketing de multinacionales del software, ha sido convencer a nuestros políticos de la necesidad de "neutralidad tecnológica" y realmente, es una idea tan imposible de lograr como intentar ir a la luna en bicicleta.
No se puede pedir neutralidad tecnológica cuando la tecnología, por definición, no es ni puede ser neutral y afecta profundamente a nuestras vidas en aspectos que no son meramente tecnológicos. De hecho, puede afectar a nuestra privacidad, seguridad o libertad...
La elección de una determinada tecnología de forma masiva permite hechos tan lamentables como el ocurrido en China, o que estemos a merced de un peligroso monocultivo informático, que puede afectar grave y negativamente, incluso a la seguridad nacional [pdf].
A pesar de lo claro de este escenario, nuestros políticos defienden ahora que el riesgo para la seguridad nacional está en el Software Libre. ¡Qué equivocados están!.
Los mismos que exigen neutralidad tecnológica a nuestros gobernantes demuestran que ello es imposible y, sin rubor, nos enseñan que la tecnología, si no se elige la adecuada, siempre tomará partido, incluso en contra de sus usuarios legítimos, moviéndose por intereses e ideales muy distintos a los tecnológicos.
Si la tecnología, cualquier tecnología, no es ni puede ser neutral ¿qué podemos y debemos hacer?. Está claro, elegir la tecnología más libre y más diáfana que podamos encontrar, una tecnología hecha por todos y para todos. En definitiva, una tecnología que, como el Software Libre, haya sido desarrollada para ser tecnología al servicio de todos y no para ser un instrumento de control y de poder.
Y ahora nos podemos preguntar, sabiendo que en la sociedad española hay un elevado porcentaje de ordenadores que funcionan con sistemas operativos de una única marca comercial: ¿estamos ante un caso de neutralidad tecnológica?. Y si no es así, ¿qué riesgos estamos aceptando?, ¿Somos libres en nuestras decisiones y actos?, y por lo tanto ¿es ésta la tecnología que más nos conviene utilizar?.
Espero que alguien se dé cuenta de que se ha equivocado y sepa rectificar sus pasos.
"Copyleft 2005 Fernando Acero Martín. Verbatim copying, translation and distribution of this entire article is permitted in any digital medium, provided this notice is preserved".Muy bien hablado! - Tomado de Kriptópolis , enlace encontrado en el-directorio.
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