viernes, abril 18, 2008

Pequeñeces

¿Qué tan importantes son las bobadas? ¿Vale la pena actuar por pequeñeces? ¿Cómo reconocer una bagatela de un detalle importante? ¿Y cómo diablos permanecer inmune a los juegos sucios de nuestra mente distorsionadora de realidades?
Trato y trato de ser neutral, lo que sea que esto quiera decir, trato de encontrar el cristal que estoy anteponiendo a lo que veo, para ver el mundo en su color real, pero tal vez es demasiado sutil para mi percepción, y sigo viendo un mundo en parches de colores inventados. El caso es ¿he de actuar basándome en lo que veo, así sospeche su irrealidad? Ese es el problema de las pequeñeces, la total falta de contundencia, y tal vez sea descabellado actuar por ellas, o tal vez son más reveladoras que los hechos perfectamente visibles, que precisamente por serlo son más cuidados.

No sé de que lado estoy ¿Espero o doy?


Astrid en dicotomía neurótica.

2 comentarios:

Jules dijo...

las pequeñeces son lo peor. Porque uno no les da importancia. Uno las acumula, las hace crecer, y un día explota por todas ellas y queda peor... "¿cómo, era que estabas tan molesta por tan poquita cosa?"

Me solidarizo.

Astrid dijo...

Exactamente, lo peor.. y me pregunto si las pequeñeces acumuladas no equivalen ya a un hecho mayor. ¿Algo que nos haga reaccionar con fuerza, puede ser realmente reducido a nada, y ser llamado poca cosa? Sigue siendo una incógnita si es una gran locura o una gran capacidad de percepción.